
El activo circulante engloba a los recursos con los que cuenta la organización para hacer frente a deudas y emergencias, reconocerlo permite a las entidades identificar su capacidad para solucionar imprevistos.
Las empresas necesitan llevar el registro y control de los recursos con los que cuentan, no solo el dinero, también los bienes materiales (hoy en día, hasta los intangibles, como el valor de marca, se contemplan entre los activos), pues esto les posibilita organizarlos y manejarlos de tal forma que se obtenga el mayor beneficio y se reduzcan las pérdidas.
Así mismo, se requiere conocer de cuánto dispone la organización para hacer frente al futuro, especialmente a aquellas situaciones imprevistas y que implicarían problemas. A través de la correcta identificación de los recursos, podrán desarrollarse planes y estrategias adecuados para la empresa, congruentes con su realidad y así, administrarla de la forma ideal, esto es imprescindible, dado que estudios han expuesto que la mala gestión y la insuficiencia de capital son dos de los principales motivos que llevan a los negocios a la quiebra.
¿Qué es el activo circulante?
El activo circulante se refiere a los bienes y derechos que la entidad puede convertir en efectivo durante el ejercicio económico.
Todos los bienes y derechos (empleados para la actividad diaria de la organización) que pueden transformarse en dinero en menos de un año se consideran activo circulante. Se les denomina de esta forma porque, además de usarse en las labores cotidianas, se encuentra en movimiento, así mismo, sin demasiados inconvenientes, pueden usarse como pago, venderse, usarse o convertirse en dinero.
Lo que distingue al activo circulante de otras posesiones de la empresa es que este puede convertirse en efectivo durante el ejercicio contable o menos de un año, es decir, el tiempo es el factor clave. Un término mencionado con frecuencia al hablar de activos es la liquidez, debido a que esta se refiere a la capacidad que tiene una institución para obtener dinero y cubrir sus obligaciones a corto plazo.
¿En dónde se encuentra el activo circulante?
- El efectivo en cajas y bancos.
- Inversiones a corto plazo.
- Prepagados.
- Inventarios.
- Cuentas pendientes de cobro.
Además del activo circulante, las organizaciones cuentan con el activo no circulante o fijo, este engloba a aquellos tangibles e intangibles que, por sus características, no pueden ser convertidos en efectivo en menos de un año, lo que significa que se recobra a largo plazo.
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Economista mexicano, egresado de la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP). Maestría en Economía por la Boston University.